La hija oscura (2018)
Narrar las grandes paradojas de la maternidad y dejarlas al descubierto puede implicar, muchas veces, una tarea compleja dada su inabarcable amplitud; y también, una respuesta a las imposiciones sociales, los absolutismos y la visión “color rosa” que envuelve un vínculo tan fuerte y a su vez, tan tenso como es el de madre - hija.
Ferrante nos enmarca en una situación cotidiana: una profesora de Literatura, separada, con dos hijas adolescentes - adultas que han abandonado el nido europeo y viven ahora en Canadá con su padre. La protagonista decide tomarse unas vacaciones en una pintoresca playa donde conocerá a un grupo de personajes que la llevará a un viaje interior inesperado.
Los conflictos con su madre agresiva y violenta crecen página a página. Nos arrastra hacia nuestra propia infancia, hacia nuestra relación con nuestras madres, hacia el favoritismo por unx hermanx, al lugar del reproche y también al del entendimiento y el perdón.
Ella misma piensa en su rol como madre, como profesional y como mujer. Abre un abanico de situaciones con sus propias hijas y apantalla sus imperfecciones, compara sus gustos en hombres, en ropa, en respuestas ante los conflictos. Humaniza la maternidad, renuncia a la idea de sacrificar su carrera en pos de sus hijas y muestra lo difícil que es construir un vínculo sano entre madre e hija que, generalmente, es considerado “natural”.
Estas reflexiones se van tejiendo en la trama a través de diversos símbolos que apuntalan la novela, permiten la retrospección del personaje y dejan entrever que el amor muchas veces necesita de espacio y autonomía, dos necesidades que en la vida de una madre en crianza son casi imposibles de satisfacer.
Nina y Elena serán el estereotipo de madre - hija construido y multiplicado por la sociedad que poco a poco se irá humanizando ante los ojos de la protagonista y de lxs lectores. Encontraremos en Nina el cansancio de una madre atormentada por un peso social y cultural que no puede sostener y cuya salvación será reconocer que no es una “superheroína”, más allá de los juicios de valor que familiares y desconocidos le intenten imponer.
Por: Gisele Torres
Profesora en Lengua y Literatura
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